
Bien sea a manera de prólogo o introducción,
bien como ejercicio autobiográfico,
la primera debe tener algo de nos.
No es casualidad que tres sea mucho más que sencillamente tres.
  Tres cosas hay irrevocables en la vida:
El tiempo, las palabras y las oportunidades.
La adecuada utilización del primero, el buen uso de las segundas
y la óptima gestión  del tercero podría ser el fin último de nuestra triada comunicativa.
   Tres son las patas de esta banqueta;
opuestas entre si pero en armonía; más nos vale.
De esta armonía entre opuestos nace la inspiración y de ahí, la iluminación.
Aquí estamos y ya que, al menos deberíamos contribuir con  tres buenas ideas.
  Tres nuestros deseos para el mundo : salud, dinero y amor.
 A partir de ahí hay  tres cosas más, pero son de tu elección:
Tus sueños, tu éxito y tu destino.